Hoy os traemos un DIY muy molón: las cajas de madera personalizadas.
Las que nos suelen pedir son muy variadas, porque lógicamente cada uno tiene un gusto distinto, por eso las hacemos con distintas técnicas: quemadas con pirógrafo, con resina incrustada en relieves 3d, pintadas con acrílicos, con nogalina o con betún de judea, con transferencia de imagen, envejecidas o fotos reales con capa de resina ultratrasparente protectora. Pero hoy vamos a enseñaros la más sencilla, la de pinturas acrílicas porque seguro que tenéis por casa (las de las miniaturas os sirven).

¿Qué necesitamos?
- Caja de madera.
- Lápices, bolígrafos permanentes.
- Destornillador.
- Papel calco o mucha maña.
- Pintura acrílica y/o nogalina.
- Imprimación para madera.
- Pinceles.
- Y para el acabado: barniz, o betún de judea.
- Opcional: telas o papel adhesivo aterciopelado para forrar el interior de la caja.
Pasos
Paso 1: Preparar la caja.
Sencillo y simple, pero lleva un poco de tiempo: desmontar las bisagras y cierres. Lijar toda la caja y después imprimarla.

Paso 2: Dibujar y pintar.
Cuando se haya secado procedemos a dibujar o calcar el diseño que queramos en nuestra caja. Después lo pintamos y si nos cuesta perfilar con pincel podemos hacerlo con rotuladores permanentes.

Paso 3: Barnizar/envejecer.
Aunque la caja se puede dejar sin barnizar, recomendamos hacerlo, porque así la pintura durará más tiempo. Ya sea con una barniz o con una cera neutra, o mezclada con un poco de betún de judea para oscurecerla y darle un aspecto rústico-viejuno.
Es muy sencillo, los pasos en el siguiente vídeo:
No os riáis era mi primer vídeo… era joven y no sabía lo que hacía.
Paso 4:
Tras secarse, si queremos que quede más profesionar, forramos el interior: Se puede hacer con cola blanca y telas, o si no os apetece perder demasiado tiempo, hacerlo con adhesivo de terciopelo que suelen vender en papelerías y bazares. Después solo tenemos que montar la caja y listo.

Y el resultado que podéis lograr:
