XboxOne, primeras impresiones y Forza5

Hace poco pude acercarme al espacio que Microsoft ha montado en Madrid para asistir a unas charlas y de paso probar la nueva consola. Primera impresión: Oscura, grande, con forma de video Betamax. Para  muchos esto ha sido un problema, se han quejado de que no tiene formas curvas ni colores vivos. Para mi es perfecta, por un lado no destaca sobre el resto del salón, por otro, al ser cuadrada  encaja en todas partes y puedo apilar cosas encima sin problemas (cosa habitual en casa, mis consolas y demás trastos conectados a la TV forman una torre, a veces tapada por otras cosas que voy poniendo encima). A fin de cuentas, tiene el aspecto justo de la idea que vende: ser un HTPC (u ordenador multimedia), es decir, un aparato que permite jugar, ver series y películas, navegar por internet, usar redes sociales y chatear, conectado a la TV como si fuera un DVD o un grabador. Aunque parece algo grande tiene más o menos el tamaño de un HTPC montado sobre mini-ITX (vamos, como la mitad que un PC).

xboxone
Xbox One (Equisbox Juan para los amigos)

Como todos sabemos ya XboxOne viene de serie con el Kinect 2, lo que obviamente encarece la consola. La verdad es que podrían haber sacado una versión sin él (cosa que supongo acabarán haciendo), pero decidieron, en la línea de equipo multimedia de salón, apostar por el Kinect como forma de interactuar con el cacharro para permitir comandos de voz y manejo sin mando. Es una apuesta algo arriesgada, teniendo en cuenta que la mayoría de las opciones que tiene el público americano para acceder a aplicaciones, canales y contenidos no las veremos aquí, bien porque no existen, bien problemas de derechos, así que su uso como verdadero HTPC estará limitado. Aparte de eso, Kinect no es realmente necesario para jugar (excepto en casos obvios) o usar la consola, algunos de los aparatos de prueba del espacio lo tenían apuntando al suelo o a los pies y funcionaban perfectamente, así que ese ‘miedo inicial’ que había sobre la inseguridad que provocaba tener una cámara conectada 24H desaparece.

Seguimos con los periféricos del cacharro y pasamos al que tendrá más uso: El nuevo mando tiene un aspecto fantástico, es muy cómodo de usar, los botones y las setas se han desplazado ligeramente y ahora tiene menos forma de croissant (cruasán si lo preferís). Los gatillos tienen más forma y son muy cómodos para los dedos que ahora ‘encajan’ más. Además tenemos la vibración, que ahora se produce por varios motores funcionando individualmente y puede transmitir muchas más sensaciones. El único problema que le he encontrado son los botones RB y LB, con la curvatura de los gatillos el dedo queda muy “dentro” del mando y me resultaba incómodo pulsarlos, tenía que mover toda la mano para hacerlo (o usar los gatillos con los dedos medios y los botones con los índices).

Lo peor de la consola es el tema de la retrocompatibilidad, o lo que es lo mismo “¿¡Que cojones es eso de que no puedo usar mis juegos de 360!?” Entiendo que ha cambiado el sistema que hace correr los juegos, que la base sobre la que todo está programado no es la misma, que se ha hecho borrón y cuenta nueva para ofrecer un sistema creado de cero que no arrastre problemas del anterior… pero el lector puede leer perfectamente los discos antiguos, y entre las tripas de ese pepino electrónico que es la XboxOne, podría haberse instalado un emulador de 360. Tener un emulador, una plataforma que cree una versión virtual de la 360 y permita correr los juegos no me haría dudar en cambiarme de consola. Aún se están creando grandes juegos de 360, hay demasiados a los que aún no hemos  jugado, o no hemos acabado y están en el montón de “algún día”. Con un cambio radical sin opción retrocompatible Microsoft ha cortado de raíz una posibilidad de paso “tranquilo” de una consola a la otra: ahora tienes que romper con todos tus juegos y empezar de 0 en el nuevo sistema (o tener dos máquinas ocupando el doble de espacio, cosa que, para muchos, no es una opción). Si existiera esa opción, podrían dejar de producir y promocionar juegos en los dos sistemas, centrarse en la nueva consola y dejar que la gente fuera pasando paulatinamente de un sistema a otro, sabiendo que al cambiarse mantiene lo que tiene pero amplía el catálogo (como pasó con la Xbox y Xbox360). Además, sabiendo que siguen apareciendo juegos en ambas consolas, tampoco hay ningún tipo de prisa para hacer el cambio, puesto los usuarios de 360 siguen disponiendo de casi todo el catálogo.

Hora de darle al mando, busco un hueco para probar los juegos y lo primero que me encuentro es el Forza5. Reconozco que soy un conductor horrible y me aburre sobremanera ponerme a tocar los reglajes de los coches, no soy tan apasionado como para tirarme 10 minutos configurando el ángulo de las ruedas o la dureza de las barras de torsión para ganar 5 centésimas de segundo, pero desde que tengo una Xbox360 las entregas de Forza han estado en mi estantería (menos el Horizon, que está en digital), así que desde la perspectiva de un jugador “arcade” os daré mis primeras impresiones:

Deciros que estuve jugando casi un par de horas, aprovechando que nadie parecía interesado en un precioso asiento de conductor, o que temían molestar al barbudo con cara seria que no soltaba el mando y decidían irse a jugar al FIFA.

Forza5 en el Espacio Microsoft
Probando el Forza5 en el Espacio Microsoft

Primero lo malo: A primera vista han quitado el Fujimi Kaido, el circuito largo de carretera de montaña que teníamos para hacer el “Initial D”. Hay algún circuito largo con curvas que puede suplirlo en parte, pero no llega a ser lo mismo. Ojo que hay contenidos que se van “liberando”, de modo que puede que esté escondido, aunque lo dudo. Aparte de eso, que es lo que más me llamó la atención, también me pareció que había pocos coches en comparación con ediciones anteriores. Puede que se vayan liberando (espero), y otros aparecerán por DLC. Es el problema de probar las cosas en un espacio compartido, que tienes muchos límites para trastear.

Y ahora lo bueno: Sobre los gráficos y los sonidos del juego se ha hablado en todas partes y podéis encontrar videos en Youtube para ver y comparar, así que no me voy a extender en eso (aunque si deciros que conduciendo un coche cromado estuve dándome golpes con todo porque me dedicaba a ver los reflejos en el maletero de todo lo que dejaba atrás). La conducción es buena y agradable, y los motores extra del mando te transmiten más que antes, aunque tardas un poco en acostumbrarte a lo que significa cada vibración. Aparte de eso, tenemos el nuevo sistema de “aprendizaje inteligente” que permite que tus oponentes estén igualados a tu estilo de conducción, de modo que, según vas jugando la consola va aprendiendo como juegas (lo bien o mal que lo haces) y te va “buscando” oponentes a tu nivel. Esto consigue que las carreras sean más interesantes. Por desgracia, al jugar en una consola “compartida” por la que han pasado muchas manos, mis partidas parecían demasiado sencillas, pero por lo que pude ver mucha gente se dedicaba a darse contra los muros para ver que pasaba o dejaba las carreras a medias. Si os gustan los juegos de coches, conseguidlo, es toda una experiencia jugarlo y hay suficiente variedad de pruebas, circuitos y coches como para entreteneros muchas horas. Si no te gustan las carreras o necesitas que tu vehículo pueda disparar a los contrarios, no sé ni para qué te lo habías planteado, esto es un simulador de conducción ¿Qué esperabas encontrar?

Consideraciones finales: ¿La XBoxOne acabará en mi salón? Con casi total seguridad SI. ¿Lo hará este año? Aunque me encantaría tener una mañana mismo, no creo que vaya  a suceder. Por desgracia no tengo libres los 500€ que costaría la consola, y aún tengo bastantes juegos de 360 en la recámara que como ya dije antes, no quiero desperdiciar al cambiarme.

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