Chewbacceuros

Manopla Chewbacca

Ayer tuve un momento “Coñio que de decueddos” como diría Cartman de South Park, o momento melancólico que diría la gente normal… Ocurrió cuando organizando mis mierdas, mis cosas, me encontré con una caja metálica donde antaño iba guardando monedas antiguas, que no se puede llamar propiamente colección porque no es más que una agrupación anárquica de monedas, recolectadas por inercia y por ansia de guardar más que por otra cosa. Bueno, a lo que iba: abrí la caja y ahí estaban ellas, tan panchas, esperando ser rescatadas del olvido.

Volqué la caja y vi monedas de distintos paises: un par de peniques, unas coronas danesas, una moneda de 500 pesos mejicanos, una lira italiana, una moneda portuguesa, tres monedas finlandesas, una moneda conmemorativa del mundial del 82, un par de centauros centavos de dólar, incluso el primer céntimo de euro que tuve en mis manos que guardé porque era la novedad, pero que ahora es lo más anodino y cotidiano que te puedes echar a la cara…  Y de repente ahí estaban ellas, como dicen los del telediario “las antiguas pesetas” (en cambio no dicen “los nuevos euros”, contradicciones de la vida…) ¡Cómo me gustaban aquellas monedas! Todavía tenía guardadas algunas pesetas: monedas de una peseta en sus variedades plateada, color cobre y versión lenteja, que no sé cómo nos apañábamos con algo tan chiquitajo y ligero, eso sí, como amarracos eran cojonudos. También había una moneda de 2 pesetas, que ni recordaba que existiese, la verdad. Después me fijé en las monedas de 5 pesetas, había una de tamaño estándar y otra más pequeñas y demasiado modernas; os acordaréis de ellas porque no sabías cual era la cara y la cruz, ya que las inscripciones parecían más kanjis japoneses que otra cosa. Luego me encontré con la de 10 pesetas, la de 25 con agujero en medio y un par de 100 pesetas.

Cuando pensaba que no me podia emocionar más encontré un verdadero tesoro: ¡una moneda de Chewbacca!¿Cómo podia tener algo tan valioso tan olvidado? bueno, muy valioso, lo que se dice valisoso… entró de regalo en unos crispis, pero recuerdo el alegrón que me dio aquella vez, similar al que sentí ayer al reencontrarme de nuevo con esa moneda.

chewbaccamoneda

Me quedé con la moneda de chewbacca en una mano, un poco con el síndrome de Gollum, y con la otra guardé las demás en su caja, hasta la siguiente visita a saber cuándo.
Ahora me queda pensar qué puedo hacer con ella, o dónde la puedo guardar… No sé si hice bien sacándola de la caja, separándola de sus primas hermanas, las monedas de verdad.

¡Comparte!

Deja un comentario

17 + seis =